sábado, 20 de febrero de 2016

Estaba terminando de reproducirse todo un full album cuando justo en ese momento se me llenaron de caracteres los pensamientos. Hacía mucho no me pasaba, estaba pensando que nunca más iba a volver a ser capaz de escribir como otras veces lo había hecho. Me imaginé a mí en un futuro corriendo desde mi casa hasta la otra punta de la ciudad, tratando de llegar a tiempo a donde sea. Incapaz de pensar en otra cosa que no sean responsabilidades. Me asusta el futuro y el pasar de los años, me asusta en lo que puedo llegar a convertirme. Me aterra pensar que un día ya no voy a ser joven y estos días se van a terminar y todas las cosas que no estoy haciendo ahora tienen fecha de expiración. Todo tiene fecha de expiración.

Por eso estoy acá con mis 20 años preocupada por vivir por y para lo que me gusta, así cuando llegue a los 45 años pueda evitar ayuda psicológica y capaz pueda conseguir estar feliz y tranquila de que hice todo lo que se me cantó el culo. Capaz a veces se me olvida un poco de que no tengo una familia que mantener (gracias a cristo) y necesito de esas cosas que me dan una trompada para recordarme qué soy y qué quiero, y cuántos años tengo, por el amor de dios. De esos “cables a tierra” que la gente tanto habla.

Necesito de la buena música, de la buena compañía, de nuevos lugares, de no quedarme con las ganas de probar cualquier cosa que me llame la atención.

Porque al final llegué a unas conclusiones las cuales durante el viaje me repetí varias veces y traté de ponerlas en contexto para confirmar que sí, tienen mucho sentido:

Cada uno de nosotros tenemos un profundo sentimiento reprimido muy bien escondido. Detrás de cada renegado hay una gran represión. Detrás de todas esas caras desahuciadas que vemos por la calle hay un “qué hubiera pasado si…?”

Detrás de cada pasión hay una gran frustración. Estoy señalando a eso que se admira de lejos. Esa pasión que te hace sentir que simplemente no naciste para formar parte de todo el mundo increíble que la conforma, pero aun así te llena de felicidad desde la cabeza hasta la punta de los pies.

Y todo esto atrae al sentimiento de aterro de no caer en la cotidianidad y de repetirse como un disco rayado: “hace lo que quieras, ni más ni menos”

Y detrás de esta nota hay un comentario que me llevó a pensar lo que anteriormente dije: Nunca más voy a volver a escribir.


Y acá estoy.

jueves, 3 de septiembre de 2015

jueves, 28 de mayo de 2015

 antes me podía encontrar en esa situación de luchar por terminar una oración y ahora la cabeza no funciona para pensar en frases sólidas para que pueda pronunciar. se vuelve todo un desastre de palabras que a veces el significado lo sé sólo yo, que capaz si trato de comunicarlas se pueden malinterpretar.
 porque expresarse es de lo más difícil que hay, es como mirarse al espejo y decir en voz alta lo que estás mirando. así como dicen que tenemos una percepción distinta a la que tienen los demás de nosotros mismos, es igual. podes cansarte de usar todas las palabras del mundo pero tu piel se va a quedar con vos, no va a ir a ningún lado. se queda con vos porque ella sola te conoce.
 porque en realidad si podríamos intercambiar pieles ya no existiríamos. porque yo sería él y él sería yo. y todos vivirían mi vida. pero me parece de lo más injusto porque si hay algo que mi cabeza siempre está alertándome es que todo lo que pasa en esta vida que llevo es por algo. y ese algo no sé qué clase de algo será pero la verdad ni quiero saberlo porque si uno supiera las vueltas de la vida no sería todo tan duro. y yo para qué quiero saber las vueltas de la vida? si las hubiera sabido todas ni siquiera sé dónde estaría ahora pero te aseguro que acá no, porque hubiera tenido las chances de elegir a dónde ir, en dónde pueda escribir esto desde otro punto de vista.
 pero la vida se lleva el premio a las descripciones más cliché del mundo cuando pensamos que es de lo más misteriosa e injusta. a veces cuando me subo al bondi y busco mi cama en todos lados me pongo a pensar en todo este concepto miserable de la vida pero después me acuerdo que me dio cosas que no se buscan ni se encuentran, me dio cosas para que las use como quiera pero a veces me olvido de esto y al valor de las cosas lo paso por encima para llegar a mi cama e intentar dormir para que de una vez por todas se termine el día. a veces pienso que todo pasa por algo y a veces aclamo al karma, que sé que está siempre ahí latente y esperando para salir a atacar. el karma es en donde deposité mi fe porque es en donde la gente se queda en su molde. porque el karma es la religión del vengativo y a veces el veneno es tan cegador que las vueltas de la vida se vuelven un acontecimiento emocionante.

viernes, 15 de mayo de 2015





[es difícil valerse por sí mismo en la vida, pero más difícil aún es estar solo, teniendo carácter y espíritu, sin perder la moral] 





miércoles, 11 de febrero de 2015

En cuántos encuentros tus palabras se quedaron con ganas de ser escupidas?
cuántas veces te jugó en contra el orgullo?
decime, cuántas veces presenciaste silencios ensordecedores que creaban distancias?
tenes alguna idea de cuántas veces no encontré la forma de leer miradas que, simplemente, gritaban?
'no ves
que sólo estoy esperando un abrazo a cambio?
entendés
qué es la culpa?
sabés
que está en tu cabeza?
sabés
que eso lleva un tiempo?'


un largo tiempo.


domingo, 23 de noviembre de 2014

Y nunca más vamos a volver a sentirnos de esa manera otra vez?
Como si estuviéramos tan cerca que podemos vivir en el interior de la piel del otro.
Al igual que todos nos aparecimos en esta ciudad para hacer algo nuevo y bueno desde el comienzo.
Seremos capaces alguna vez de volver a llamarnos entre sí "mi hermana sustituta" o "hermano" sin ser un poco cínico sobre sus implicaciones?
Bueno, estos últimos años...supongo que han estado bastante raros.
Estoy segura de que me fui porque estaba aburrida, o tal vez asustada de lo que significa cuando algo pequeño viene, y todo lo que alguna vez esperabas o trabajaste para conseguir.
Pero ahora todo lo que puedo decir es "amigo no te vayas, sabes que me mata cuando nos dejamos".
Pero cuando estoy 9 horas en un autobús miro las fotografías de nosotros y yo realmente creo que es lo que necesitamos; volver a Portland o incluso a cualquier lugar de Francia,
Y encontrar ese escalofrío por la columna vertebral para mantenerte creciendo como una vid.
Y, cariño, no te apegues demasiado a tus planes.
Y los mejores libros de nuestras vidas se están escribiendo todo el tiempo pero ni siquiera uno de ellos está cerca de ser terminado aún.

domingo, 28 de septiembre de 2014

desearía algún día poder llegar al núcleo de toda la rabia que me consume.
no quisieras estar diseñado para poder elegir con quién crecer y cómo ser criado?
mientras tanto estoy atada a estos días
y lo único que puede liberarme de ellos parece comenzar con una serie de silencios que esperan por ser rotos.
quisiera llegar a mi hogar y llevar a mi corazón conmigo.
desearía que no se tergiversen mis palabras.